La campaña electoral -esta vez sí el sindicalismo participó activamente- estuvo por entero exenta de agresiones entre las distintas fuerzas políticas. Es que nadie podía dudar que el triunfo correspondería a Perón: una suerte de fatalismo histórico lo empujaba por tercera vez a la presidencia.
Algunos candidatos opositores se habían apartado de la contienda: tal es el caso de Allende, quien manifestó que "el pueblo quiere que Perón sea presidente, y nosotros no lo entorpeceremos... ".
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Campaña y votación |
Balbín-De la Rúa por el radicalismo y Manrique-Martínez Raymonda por la Alianza Federalista Popular se mantuvieron como alternativas para el voto antiperonista.
Pero un nuevo y conmocionante hecho de violencia perturbaría el clima político en esos días previos a las elecciones. El 6 de septiembre, el ERP intentó el golpe de mayor envergadura ensayado hasta ese momento: se apoderó del Comando de Sanidad Militar de Parque Patricios, con la complicidad de un conscripto que facilitó el acceso de los guerrilleros.
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Copamiento del Comando de Sanidad militar. |
El propósito de apoderarse del numeroso material bélico allí existente, se vio frustrado al ser rodeados los atacantes por efectivos de la policía y el ejército. Pero en la acción, resultó muerto el teniente coronel Raúl Duarte Ardoy.
Pocos días después, la misma organización guerrillera secuestraba al apoderado del diario Clarín, para forzar la publicación de varias solicitudes en las que denunciaba las próximas elecciones como una “farsa”. Perón calificaría con severidad esos episodios, señalando a sus autores como delincuentes comunes: “El bandido, de cualquier ideología que sea, es un bandido”.
El 21 de septiembre perón se dirigía al país por radio y televisión, como cierre de la campaña electoral: “El movimiento nacional que ha nucleado el Frente Justicialista de Liberación pretende neutralizar los desvaríos de las distintas fuerzas que en lo interno y en lo externo se esfuerzan por desviar, política o ideológicamente, la marcha de un país que no sólo anhela cumplir se destino sino que pretende hacerlo dentro de la evolución natural que la humanidad está marcando para un futuro lleno de amenazas y peligros.
"Por eso, pensamos que es nuestro deber en el presente reconstruir lo destruido y preparar un mejor futuro inmediato para que en una nación realizada cada argentino pueda intentar su propia realización. De ello se infiere la perentoria necesidad de unirnos y organizarnos para recién entonces lanzarnos decididamente a la Reconstrucción y Liberación de una Patria evidentemente desquiciada: nada podríamos lograr operando con un instrumento inorgánico y anárquico, como no fuera una revolución destinada al fracaso (...).”
“El movimiento nacional que propugnamos tiene su ideología y su doctrina tan lejana del demoliberalismo perimido como de la ultraizquierda, tan en pugna con la evolución y necesidades del tiempo presente en una nación joven como la nuestra. Por eso pretendemos actuar tan lejos de uno como de otro de los imperialismos dominantes, y anhelamos construir una Patria justa, libre y soberana, en la que cada argentino pueda vivir y realizarse en libertad plena, trabajando por el destino común".
El 23 de septiembre la fórmula Perón -Perón obtiene casi 7.400.000 sufragios (el 62% del total, que constituye una mayoría inédita en la historia electoral argentina). En segundo lugar queda el radicalismo, con el 25% de los votos. En verdad, el triunfo de Perón no sorprende a nadie, pero ese abrumador apoyo permite apreciar cómo la mayor parte de los argentinos -aún con expectativas diferentes- se sienten convocados a la empresa común de la unidad nacional que plantea el General.
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Festejos por asunción de Perón. |
El país entero pone sus ojos en el hombre que, por tercera vez, se dispone a asumir la presidencia de la República. Lo hará en un momento particularmente difícil, en que la violencia política crece peligrosamente. Sin embargo, Perón parece ser el único capaz de conjurar esa amenaza.
Pocos días después del acto electoral un viejo militar peronista, el general Iñíguez, asume la jefatura de la Policía Federal. Asimismo, el Poder Ejecutivo declara la ilegalidad del ERP. Todo hace prever una mayor energía en la represión de los actos terroristas.