Carta de Perón. Síntesis de las instrucciones generales para los dirigentes peronistas. 

Comando superior peronista. 1956.

COMPAÑERO: El imperativo de la hora es terminar con la dictadura. Para ello, el Comando Superior Peronista manda y ordena el siguiente plan de acción para la lucha:

1) Resistencia Civil. Esta resistencia puede ser individual y de conjunto. En la resistencia individual cada uno hace lo que puede para causar daño a la dictadura. Todo sirve: desde matar a un "gorila" por cualquier medio, hasta murmurar en rueda de amigos. Cada uno debe aguzar el ingenio para progresar cada día en la efectividad de sus acciones, tratando de no exponerse inútilmente Se puede trabajar aún cuando se duerme, si se tiene la precaución de dejar la canilla abierta. En la resistencia de conjunto u organizada, se opera en diversos campos: en lo "militar" para copar las fuerzas o descomponerlas mediante un trabajo continuo sobre los cuadros de oficiales, suboficiales y sobre la tropa misma, para ponerlos a nuestro favor o neutralizarlos; en lo "económico" con el boicot a las compras y á la producción, realizando todo aquello que agrave el problema de la economía nacional; en lo "social" provocando un estado de perturbación permanente mediante paros y huelgas con motivos varios; en lo "político" mediante la agitación continua por la infiltración y la provocación. También pertenecen a esta clase las acciones realizadas por grupos especiales en el sabotaje activo, en la intimidación y en el ataque a personas y bienes de los que sirven a la tiranía.

2) Organización clandestina del pueblo. El Partido Peronista (M. y F.) debe formar sus nuevos cuadros por el sistema celular. Otro tanto deben hacer la CGT y los sindicatos disueltos. Todo ha de ser secreto. Se tomarán medidas terribles contra los enemigos infiltrados. El ejercicio permanente de acciones mediante estas organizaciones servirá de gimnasia para ir ajustando los resortes. Es fundamental organizar una buena red de comunicaciones y mantener enlaces seguros y rápidos, que permitan impartir oportunamente las órdenes. Mediante la resistencia civil se desgastará a la tiranía, entretanto se completa la organización clandestina del pueblo y se prepara de la mejor manera el paro general revolucionario.

3) Paro general revolucionario. Cuando la resistencia civil haya desgastado al gobierno y la organización clandestina del pueblo esté pronta, se desatará la huelga general revolucionaria, cesando toda actividad en el país hasta que la canalla dictatorial abandone el gobierno. El paro general revolucionario presupone un trabajo intenso para producirlo y una organización férrea para mantenerlo, recurriendo a todos los medios.

Ningún gobierno puede resistirlo mucho tiempo. Cuando el paro no es firme y total, permite al gobierno ir "doblando" la resistencia de algunos y, paulatinamente, ir anulando la resistencia. Por eso la apreciación sobre la oportunidad de la huelga y la conducción en el propio teatro de operaciones, debe ser realizada por agentes activos y capaces. Lanzar el paro y fracasar, es perder la batalla.

4) Guerra de guerrillas. Para afirmar el paro general, es menester disponerse a desatar la guerra de guerrillas. El guerrillero ataca cuando es fuerte y desaparece frente a fuerzas superiores. Ataca por sorpresa, empleando la astucia. La rapidez en la movilidad es su característica. La tiranía debe verse atacada por un enemigo invisible que la golpea por todas partes, sin que ella pueda encontrarlo en ninguna. Contando con el apoyo de la población, la guerra de guerrillas es invencible. Durante la resistencia civil, los grupos de hombres organizados pueden comenzar la práctica de guerrillas, ejercitándose en llevar a cabo acciones de sabotaje y ataques a personas y bienes de la canalla dictatorial. Estas mismas personas, llegado el momento de la guerra de guerrillas, se transforman en guerrilleros. El guerrillero tiene toda la libertad de acción. Toda limitación es contraproducente. Cada guerrillero es un general y actúa como tal en sus decisiones. 

Descargada la guerra de guerrillas en todas partes, debe contarse para esta ocasión, con las fuerzas del ejército, gendarmería, policía, etc., que se encuentren de acuerdo con nosotros.

5) Acciones especiales: Intimidación: El dominio por el terror es propio de los que temen al terror. La organización por el gobierno de su cuerpo de "gorilas" ha tenido por objeto aterrorizar a la población. Estos "gorilas" y los que los mandan son cobardes, porque sólo los gorilas asesinan agente indefensa, enemigos vencidos o prisioneros. Es necesario reaccionar y matarlos. Hay que hacerles sentir el terror. Es necesario individualizarlos y hacerlos conocer públicamente por medio de panfletos, señalando el lugar donde viven, para que se les prepare el fin que merecen. La violencia más grande es la regla. No es sólo cuestión de patriotismo, sino de defensa propia. Hay que organizarse en grupos secretos para exterminarlos. Hay que buscar lo efectivo y no lo espectacular, recordando que un "gorila" quedará tan muerto mediante un tiro en la cabeza, como por efecto de un "accidente".

COMANDO SUPERIOR PERONISTA

"El terror como sistema permanente conduce a la insurrección general".

JUAN PERÓN

CUMPLA, donde y como pueda, las presentes instrucciones.

Saque copias y hágalas circular.

Documentos de la Resistencia Peronista 1955-1970 - Roberto Baschetti,

Editorial de la Campana. 1997 - ps. 94-96

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